martes, 20 de noviembre de 2012


Crónica

El altillo de los dioses

La Universidad Javeriana cuenta con gran cantidad de espacios verdes donde los estudiantes pueden recostarse un rato, leer, tomar el sol o simplemente disfrutar de la brisa al abrazo de la naturaleza; lugares como la “playita” en frente del hospital San Ignacio, la zona que queda frente al auditorio Félix Retrepo S.J, las diversas estaciones que se encuentran alrededor de la cancha de futbol y el espacio próximo a la facultad de diseño; todas ellas reciben a cientos de estudiantes cada día que acuden en busca de descanso y de un momento para relajarse.


Pero la universidad trae sorpresas constantes a quienes están dispuestos a descubrirla y explorarla y es así como hace pocos días me encontré, gracias a un feliz accidente, un recoveco oculto tras esos muros grises de colores pálidos que dan amparo a la facultad de literatura y psicología, un lugar lleno de naturaleza, no solo agradable, sino sublime y completamente altisonante con los matices opacos de su entorno.


En un pequeño y reducido espacio, un conjunto de sillas de colores rojos, naranjas y blancas  organizadas alrededor  de mesas de metal que reflejan el sol de la tarde ,dan forma a las pequeñas islas que se reparten ordenadamente alrededor de un tapete verde que linda con pequeñas baldosas de concreto. Un lugar a la intemperie donde ni siquiera el sol acusante o la lluvia impertinente pueden arruinar la hermosa vista que desde ese altillo paradisiaco se percibe, lugar donde los ojos pueden apreciar la banal y salvaje mezcla de la naturaleza de las montañas con las imponentes moles de concreto, que en medio de su apogeo se unen en una danza divertida y juguetona en la que se borran los contornos entre el ayer y el mañana, el antes y el ahora.


Es así como en medio de un ambiente tan calmado y esclarecedor, el tiempo vuela, se disuelve en el sonido de los pájaros y el vago murmullo de la ciudad, la mente divaga, como si el contacto tan directo con el cielo permitiera que los pensamientos se elevaran sin límite con un talante soñador. Un alto, un respiro, el reencuentro con uno mismo, eso es lo que otorga este mágico lugar, donde los sueños se mezclan con la realidad y los dioses tocan la tierra, un jardín secreto donde nada cambia, todo permanece, el tiempo no se siente y el alma vuela.


Y aunque siempre tengamos que volver a la rutina, la velocidad, el estrés, podemos estar seguros que siempre hay a nuestro alrededor pequeños jardines secretos listos a ser descubiertos, donde aún residen escapes a esta vida turbulenta que nos ha tocado vivir.





Por: Alvaro Urrea
Entrevista

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Ni santas ni putas, solo mujeres.

Hoy, para algunas ser sumisas es el camino hacia la felicidad, quedarse calladas es la clave para triunfar pero para otras en la irreverencia, en la grosería,  y en la supuesta diferencia logran encontrar ese supuesto paraíso terrenal.


“Están tan obsesionadas con la igualdad y los derechos femeninos que se han transformado en conspiradoras paranoicas y resentidas. Les asusta tanto convertirse en la mujer detrás del hombre, que han perdido el verdadero sentido de ser mujer” Estas fueron las palabras de Julián Salamanca, un estudiante de Comunicación Social de la Pontifica Universidad Javeriana, el cual organizo la semana pasada una pequeña campaña publicitaria en contra el silencio de las mujeres que ha estado presente sobre todo en la sociedad colombiana desde hace muchos años.


La mujer no puede seguir siendo objeto de la costumbre, con el mundo globalizado en el que vivimos ahora se han llegado a quebrantar pensamientos antiguos y conservadores que mantenían a la mujer en un segundo plano en la sociedad, ahora aprovechando el pensamiento liberal que se ha ido expandiendo a lo largo de las poblaciones la mujer ha logrado alcanzar a jugar nuevos papeles en los territorios siendo esta un actor revolucionario que busca desatarse de todas las cadenas a las que se ha visto obligada con el pasar de los años.


Es importante el apoyo a este tipo de campañas ya que  cada mujer tiene el derecho a ser escuchada y a ser una versión de lo que ella quiera ser, sin temor a tabús, a la exclusión o a una sociedad con costumbres folclóricas y ortodoxas que no vienen al caso en la actualidad. No todas las mujeres pueden ser condenadas a estar dentro de un mismo concepto o un mismo grupo. Son un elemento muy valioso, más de lo que la sociedad y el tiempo ha venido estableciendo, y son estos valores sociales establecidos los que deberían ser abolidos. Es erróneo generalizar y hacer una jerarquía a nivel social o de género más específicamente, es por esta razón que las mujeres no deben quedarse calladas y deben expresar las cosas para así logren un cambio social significativo.

Sin tener que decir  o exponer razones personales estas pequeñas campañas, originadas por estudiantes son pequeños granos de arena que ayudan a solucionar conflictos sociales que no pueden seguir siendo dejados de lado.



Por: Maria Paula Murcia
Artículo


Valor e Identidad Javeriana

Actualmente, la Pontificia Universidad Javeriana goza de una fama que se ha vuelto cliché entre las personas ajenas a la institución, quienes piensan y asumen que el estudiar allí equivale a no esforzarse, pasando tranquilamente a través de las asignaturas propias de cualquier carrera, sin embargo, esta no puede ser una visión más equívoca, llena de prejuicios y falta de conciencia.


Hoy en día, la Universidad Javeriana es considerada como uno de los mejores centros de Educación Superior en el país, y no precisamente por el poco esfuerzo de sus estudiantes y la alta preparación académica del cuerpo catedrático. Desde su fundación y conforme ha avanzado el tiempo, la universidad se ha ganado prestigio incluso a nivel internacional, dados importantes logros a nivel científico e investigativo que contribuyen al futuro de la sociedad, además de la gran figuración de egresados que se destacan en diferentes ámbitos.


Ahora bien, la pregunta sería ¿por qué existen tales prejuicios dentro de la sociedad respecto de la Javeriana?, pueda que no exista una respuesta absoluta, pero se pueden vislumbrar varias razones que causen esa perspectiva en las personas. La primera, hace parte del lamentable inconveniente social que se hace presente en todas las esferas de la población colombiana, donde hay una discriminación latente entre la mayoría de las personas que no cuentan con las mismas condiciones económicas, discriminación que se gesta en ambos sentidos. Sin embargo, quienes tienen dicha visión, probablemente no conocen las iniciativas del claustro, el cual mediante políticas de inclusión, otorga becas a estudiantes cuyo rendimiento académico sea destacado. Es decir, que las personas que ingresan a la Universidad Javeriana lo hacen con méritos intelectuales, dando muestra de las capacidades propias de cada uno.


El segundo aspecto que podría generar esta errónea perspectiva, es la poca promoción que hace la institución a sus logros en el tema de investigación, lo cual en realidad resulta ser uno de los principales factores para determinar la calidad de una universidad y de quienes la integran. Por tal motivo, es fundamental que los directivos de la Pontificia Universidad Javeriana se dediquen a publicar y demostrar todos los logros en la índole académica, para que así toda la población cambie su percepción acerca de lo que es en realidad este centro educativo.
No obstante, en realidad lo que se debe buscar no es el hecho de que las personas ajenas a la universidad cambien su forma de ver las cosas, lo que es vital para la institución, es que los estudiantes y en general todos los integrantes de la Universidad, empiecen a enaltecer el nombre del lugar al que pertenecen, de tal forma que estas mismas personas luchen por cambiar la mentalidad de la gente y a su vez por hacer cada vez mejor a la institución. No basta con sólo decir que en épocas de parciales o entregas hay trasnochos a diario, lo que se debe hacer es mostrar con orgullo la importancia que se tiene para conseguir el adecuado progreso de Colombia.


En conclusión, los prejuicios en que se sume la población colombiana deben ser combatidos con esfuerzos que hagan más visible los logros y capacidades, en este caso de toda persona que hace parte de la Universidad Javeriana, de tal manera que la haga cada vez mejor y que a su vez deje de ser víctima de ultrajes injustos, pero lo más importante, que pueda cumplir con la verdadera tarea por la cual existe, contribuir al desarrollo de un país entero.

Por: Maria Paula Murcia

Crónica

Miércoles 12:49 p.m.
“Tengo tanta hambre…” Murmuro despacio, casi para mis adentros,  mientras salgo con paso apresurado del salón de clase. Hace un calor asfixiante e irritante para una ciudad como Bogotá y en lo único que pienso es en un jugo, ojalá uno que mezcle distintas frutas, que me refresque y aclare la garganta, y, en un buen, rico y nutritivo almuerzo. Esbozo una sonrisa de añoranza al conocer el lugar perfecto en el que podría hacer realidad mi deseo de medio día. El Andariego, se llama. Recuerdo perfectamente como hace unas semanas atrás buscaba junto a unos amigos, un restaurante nuevo a donde ir a almorzar. Pasando por el túnel recibimos uno de los tantos volantes sobre restaurantes… de esos que las personas que rodean la salida del túnel te regalan con un saludo cordial y una sonrisa. Nos llamó la atención uno que prometía un delicioso almuerzo saludable y económico. Decidimos caminar hacia el restaurante, el cual se sitúa casi en enfrente de la Universidad Distrital.  Casi escondido y de pinta modesta pero acogedora, era un restaurante que destilaba tranquilidad.


Volviendo al presente, entro afablemente y de inmediato la mesera me sonríe reconociéndome. Debo confesar que desde que lo conocí, he adquirido el hábito de venir a comer por lo menos todos los miércoles. Todos los miércoles porque desde la 1:00 hasta las 3:00 de la tarde estoy completamente libre; y así puedo quedarme más tiempo en el agradable lugar leyendo algo, o simplemente pasando el rato en el portátil. Tomo asiento en una mesa y ella de inmediato me pregunta si deseo el almuerzo del día. Yo le respondo con un poco de urgencia que si y que por favor me de algo para tomar. “Hay jugo de guayaba con naranja o té.” Sin pensarlo pido el jugo y  ella procede a explicarme el menú detalladamente (algo que sencillamente me hace sentir muy bien atendida). “Tenemos sopa de calabacín y acelgas. ¿Si quieres? Está un poco picante…” Le respondo con un sí, muy segura del sabor que tendrá la deliciosa sopa. Me sonríe amablemente y me dice que hoy tienen pollo salteado con verduras y me dice el nombre especial de la carne (el cual sinceramente no entiendo, pero me explica que viene molida con verduras y una salsa especial). Yo siempre prefiero el pollo y hoy no es la excepción. 

“Viene acompañado con arroz de hierbas, ensalada de lechugas y espárragos y de acompañamiento tenemos torta de maíz con verduras.” Asiento contenta y con muchas ganas de comer. Ella camina hacia la cocina y le pide al chef que prepare mis platos. Siempre me he sorprendido de que nunca hayan repetido una sola receta desde que vengo a comer aquí. Es admirable. La comida es variada, con muchos alimentos nutritivos y saludables que le dan a la comida un toque gourmet. Recuerdo también que una vez ya yéndome del lugar, le di un sincero gracias al chef por el delicioso almuerzo, y no pude evitar preguntarle por qué creía él que los estudiantes deberían venir a comer aquí. “Aquí cocinamos muy bajo en grasa. Intentamos hacer platos muy saludables y ricos en distintos sabores. También cocinamos sin huesos porque también ofrecemos opción de proteína vegetal para los vegetarianos. Este restaurante tiene su encanto.” Concluyó con una risa.


Miércoles 1:40 p.m.
Encantada con la torta de maíz con verduras, saco mi portátil del maletín y me entretengo leyendo. No puedo evitar echar una mirada a la mesa de postres. Si, tienen tortas recién horneadas y una variedad de tés calientes. Le pregunto al chef de qué es la torta  más grande y me responde con una risa “Es de Halloween.” Yo lo observo confundida y él me explica rápidamente. “Como apenas pasó Halloween, nos quedó una calabaza. Es torta de calabaza baja en azúcar. Aunque sigue siendo bastante dulce… Está muy rica.” Yo le pido una porción para acompañar mi lectura y me sorprende enormemente lo deliciosa que es. Así que pido una para llevar.


40 minutos más tarde…
“¡Gracias y chao!” Son mis últimas palabras antes de salir satisfecha del restaurante. Es definitivamente un lugar que recomiendo indudablemente. Su variedad de comidas va desde un almuerzo muy completo, hasta sándwiches, tortas, muffins, alfajores y té Chai. Sus precios no sobrepasan los 7.500; y con 1.600 puedes comprar un rico muffin. Y con un sol ardiente quemándome la espalda, me dirijo hacia la biblioteca, prometiendo con una expresión afable que seguramente el próximo miércoles estaré en una mesa de nuevo, esperando que me sorprendan el paladar.



Por Alexia Cañón Iriarte.

martes, 13 de noviembre de 2012


Crónica

UN NUEVO CAMINO


“¿Y hoy, qué será de almuerzo?” es el pensamiento que retumba en mi cabeza mientras salgo del salón de clase para recibir un cálido sol que sube mi ánimo después de una exhaustiva clase. Salgo abrigada con bufanda y abrigo esperando la fuerte brisa helada que espera afuera del edificio, sin embargo lo único que recibo son unos cuantos rayos de luz que traspasan las hojas de los árboles y caen sobre mi pelo sin mayor sutileza, el color de las hojas de los árboles y el de las flores del edificio de al frente resalta,  la gente se ve feliz, como un día que ha sido agotante pero está lo suficientemente cálido para charlar un poco con los amigos de siempre, los nuevos, los conocidos. 

Mientras subo algunas escaleras, camino un poco, las vuelvo a bajar, me encuentro con los sonidos cortados y unidos de trompetas violines y saxofones, siempre anonadada de cuanta concentración podrán tener aquellos aspirantes a músicos, para mantener una melodía sin importar lo diferente de los otros que se encuentran al lado, me dirijo entonces hacia el túnel donde mi amigo Leonardo está esperando desde hace quince minutos para por fin saciar su sed, y su hambre que lleva aguantando por más de dos horas en uno de esos huecos que parecen interminables, finalmente he llegado al túnel y antes de bajar logro ver a mi amigo esperándome frente al Oxxo fumando un cigarrillo; así, viendo su posición relajada y actitud calmada continuo mi travesía, tomo mi maleta, la pongo al frente mío y bajo las escaleras con tres o cuatro personas más a mi lado, dando pasos lentos pero fuertes mientras llegamos a las siguientes escaleras. 

Al subir ya puedo ver gente con comida rápida entre sus manos, pizza, perros, hamburguesas, ensaladas de frutas, salchipapas. Pero hoy no es un día para comer eso, no me siento bien después de comer tanto azúcar en clase, gracias a la niña de clase que me incita a comprar y comprar sus pequeñas y económicas golosinas. Necesito algo diferente. Así subo las ultimas escaleras y saludo a mi amigo con la mano y decidimos probar algo diferente y continuar nuestro camino no retrocediendo sino hacia adelante, caminando por la séptima hacia el norte, esperando encontrar un buen restaurante que nos ofrezca algo diferente, económico, y delicioso para esta tarde de martes que nos suplica a gritos un nutritivo almuerzo para poder continuar la dura jornada hasta las seis que nos espera.



Por Maria Paula Murcia