martes, 20 de noviembre de 2012


Artículo

Ni santas ni putas, solo mujeres.

Hoy, para algunas ser sumisas es el camino hacia la felicidad, quedarse calladas es la clave para triunfar pero para otras en la irreverencia, en la grosería,  y en la supuesta diferencia logran encontrar ese supuesto paraíso terrenal.


“Están tan obsesionadas con la igualdad y los derechos femeninos que se han transformado en conspiradoras paranoicas y resentidas. Les asusta tanto convertirse en la mujer detrás del hombre, que han perdido el verdadero sentido de ser mujer” Estas fueron las palabras de Julián Salamanca, un estudiante de Comunicación Social de la Pontifica Universidad Javeriana, el cual organizo la semana pasada una pequeña campaña publicitaria en contra el silencio de las mujeres que ha estado presente sobre todo en la sociedad colombiana desde hace muchos años.


La mujer no puede seguir siendo objeto de la costumbre, con el mundo globalizado en el que vivimos ahora se han llegado a quebrantar pensamientos antiguos y conservadores que mantenían a la mujer en un segundo plano en la sociedad, ahora aprovechando el pensamiento liberal que se ha ido expandiendo a lo largo de las poblaciones la mujer ha logrado alcanzar a jugar nuevos papeles en los territorios siendo esta un actor revolucionario que busca desatarse de todas las cadenas a las que se ha visto obligada con el pasar de los años.


Es importante el apoyo a este tipo de campañas ya que  cada mujer tiene el derecho a ser escuchada y a ser una versión de lo que ella quiera ser, sin temor a tabús, a la exclusión o a una sociedad con costumbres folclóricas y ortodoxas que no vienen al caso en la actualidad. No todas las mujeres pueden ser condenadas a estar dentro de un mismo concepto o un mismo grupo. Son un elemento muy valioso, más de lo que la sociedad y el tiempo ha venido estableciendo, y son estos valores sociales establecidos los que deberían ser abolidos. Es erróneo generalizar y hacer una jerarquía a nivel social o de género más específicamente, es por esta razón que las mujeres no deben quedarse calladas y deben expresar las cosas para así logren un cambio social significativo.

Sin tener que decir  o exponer razones personales estas pequeñas campañas, originadas por estudiantes son pequeños granos de arena que ayudan a solucionar conflictos sociales que no pueden seguir siendo dejados de lado.



Por: Maria Paula Murcia

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